"Fui al campo.
Estaba teñido de rojo, amarillo, blanco... la hierva verde se mecía de tal forma con el viento, que parecían olas del mar.
Pensava en lo cómodo y placido que tenía que ser estirarse allí como los animales.
Quise hacer lo mismo.
Lo hice, y la hierva me produjo un picor en el cuerpo.
No pude.
Fui a un gran valle.
Era llano y se extendía en todas direcciones. Los animales corrían de un lado para el otro disfrutando de todo el espacio que tenían.
Quise hacer lo mismo.
Lo hice, pero era tan grande, que me cansé enseguida.
No pude.
Miré al cielo.
De un azul precioso acompañado de grandes nubes blancas.
Vi cómo las aves lo surcaban y jugaban con el viento, libres.
Quise hacer lo mismo.
Tampoco pude.
Fui al mar.
Observe aquella masa, aquel desconocido mundo.
Vi a los peces en los arrecifes.
Todos esos colores, esas cuevas, esos mundos ocultos en los que ellos se sumergen y por los que nadan.
Quise hacer lo mismo.
En cuestión de segundos mis pulmones no podían mas, me obligaban a subir.
...No pude.
Veo los animales con sus simbiosis.. su convivencia juntos en la naturaleza.
Quiero ir a su lado. Pero cada vez que nos encontramos, huyen de mi, otros me atacan.
Pienso: ¿Donde está mi lugar aquí?"
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